jueves, septiembre 07, 2006

Realmente

Realmente la opinión, el pensamiento, la conciencia de algo se transforma en consciencia real, en sentimiento vivo, en realidad.

Algo que surge del ningún sitio, de tu imaginación, de tu espacio mental, se transforma en algo físico.

Un ejemplo muy fácil, en una mujer. Un día se despierta y se siente guapa, llena de energía, agusto consigo misma. Y realmente esto no es subjetivo. Está más guapa, cualquiera puede verlo, darse cuenta. Le rodea un "algo", un aura, una luz, que desprende belleza. Cualquiera que la mire la ve así. Y si la examina por partes no verá ninguna diferencia notable. La nariz parece que está igual, las mejillas no han cambiado de forma. No se ha hecho un peinado distinto, ni se ha pintado los labios, ni se ha maquillado... nada a simple vista. Bueno, quizá los ojos, que le brillan más. Pero no es suficiente para el cambio que inspira. Está guapa, en conjunto, que es mucho más que la suma de las partes. Ella ha creado esa realidad, con su sóla consciencia, su emoción, su sentimiento, su pensamiento.

Y es que las emociones se reflejan de manera objetiva en nuestra realidad física, mientras que la fuerza que las genera y cuya energía canalizan, surge del pensamiento subjetivo. Se transforma pues lo subjetivo, lo propio, en objetivo, físico, al alcance de todos.

La emoción es el resultado de uso más simple e inmediato de nuestra olvidada Capacidad de Creación. El pensamiento se refleja en la pantalla de lo físico, y mezclado con nuestro ego crea el sentimiento. Este sentimiento moviliza energías alrededor nuestro de una forma mucho más densa a como lo hace el pensamiento. Tan densamente puede ser que se transforme en emoción. E-moción viene de movimiento, algo que lleva a eso, un movimiento externo de un pensamiento interno. Un sentimiento mantenido puede coagular en esta emoción, que afecta directamente a nuestro cuerpo físico. Y una emoción mantenida puede derivar en dolor, como cualquier ejercicio físico prolongado, o agujetas, si no se está acostumbrado a ella.

Asímismo el cuerpo físico puede "entrenarse" en esta emoción. Provocarla o negarla voluntariamente un rato al día enseñará a nuestro cuerpo a tenerla en cuenta, quizá como arma, quizá como descanso. Y nuestro cuerpo cambia, y se hace más sabio, también más receptivo a nosotros.

Así que uno de los secretos para conectar con nuestra Chispa Divina, para cobrar consciencia de que somos parte de Dios, es estudiar este proceso milagroso de la emoción en detalle. La auto-observación de este aspecto nos puede proporcionar mucho mayor conocimiento "mágico" que cualquier libro de rituales o mancias. Por que la magia realmente es una manera más de darle un mayor uso a esa capacidad Creadora, que tenemos todos de forma natural, y que de alguna forma sólo tiene nuestra imaginación como límite.


Yareen



miércoles, septiembre 06, 2006

Tormenta de rayos

Me siento de puta madre.

Saco el portátil por la ventana lo máximo que da el cable de los altavoces, para seguir escuchando la música mientras escribo y siento el viento en la cara. Viento eléctrico. Música eléctrica. Tormenta eléctrica. Un resplandor tras otro.
En serio, me siento muy de puta madre.

La nube es negra, enorme, y vino de improviso, asesinando un día de sudor solar veraniego en mi soleado cuarto. Casi puedo ver como la ciudad entera se disfraza de ¿cómo se llaman? ah, sí, siniestros. La ciudad se disfraza de siniestra apetitosa, con los labios invadidos de rojo sangre, con la luz de las farolas amarillas de la avenida que tengo delante, la ilustración, que le dan un aspecto tétrico al oro rojo marte que deja el sol en los bordes de los edificios de uno y otro lado de la acera. Hay un fulgor sobrenatural en el ambiente, y siguen cayendo rayos.

...Ese era precioso. Nació del poniente rosa de la derecha, humificado en una mancha azufre, y viajó a través de la intensa nube encontrándose con rayos y centellas hasta formar una gran conexión, una gran telaraña que ilumina el cielo de la ciudad de cristal como si de un salón de baile rococó se tratase.

Qué genial la música, how long, u2, que genial la brisa. qué directo el naranja ....

Dios!!! Todo mi vello corporal responde al ver un rayo increíble que ha nacido en medio del cielo y del que han partido radialmente multitud de líneas de esperma blanca instantánea formando una colosal rueda de bicicleta fantasma en medio del cielo, nacida en una espiral envolvente.

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Ya no es directo, el naranja de aquel cristal de aquel edificio viejo. Ya no me hiere los ojos la preciosidad del atardecer reflejado en un único punto perfecto. La derecha pasa poco a poco a violácea. La izquierda aún tiene zonas de celeste conectadas por columnas de humo negro a la nube matriz. Acojona, como en las películas de invasiones extraterrestres. Y las hormigas siguen trabajando ahí abajo, blindadas entre acero y bocinas.

Me siento de puta madre, pero voy a volver a la cama. Ha pasado el momento torrencial. Hay que aceptar también la calma...

!

Increíblemente, como si la tormenta tuviera oídos para mi pensamiento y el tecleo del diminuto portátil en la ventana, se despide en una mueca celesial de magnitud enorme, tan enorme como uno de los cuatro vientos. Una mano ha extendido sus dedos ocupando toda mi visión y me ha agarrado la conciencia en un último adiós.

¿Y si no me voy nunca jamás?


Mîstyc