Depp Post-Vacacional
Es por no llamarla depresión, que viene a ser una palabreja mala y maldita porque tiende a autoprovocarse sobre la persona que echa sobre sí misma, como si de un antíguo hechizo se tratara.
El caso es que vuelvo a escribir tras una semanita de asueto. Mis últimos días de vacaciones de este año. Y claro, ahora que vuelvo, a la genialmente vacía urbe, al nuevo curro, lleno de oportunidades, a mi nueva habitación del piso, a nuevos compañeros, ahora que todo lo nuevo vuelve aquí... yo no estoy muy disponible.
Y es que cuando se pierden todas las luchas y tienes que ser humilde otra vez se pierden también las fuerzas en cierta manera. Y los amigos que luchaban a tu lado y abandonaron te hacen pensar qué haces tú ahí. Porque quizá esta no sea tu lucha.
De hecho ya no recuerdo cómo luchaba.
Así que aquí me tienes, escuchando el fado de evora, esperando que el futuro me encuentre, porque la verdad, hoy estoy muy pero que muy cansado de buscarlo.
Pero todo esto es divertidamente demasiado trágico. Así que lo voy a etiquetar de síndrome post-vacacional, que viene a ser una reclamación de todos tus átomos por seguir en ese estado de vacaciones que nunca deberían ser tan cortas y decirte adios hasta dentro de tanto tiempo.
-sigh-
Quién sabe.
El caso es que vuelvo a escribir tras una semanita de asueto. Mis últimos días de vacaciones de este año. Y claro, ahora que vuelvo, a la genialmente vacía urbe, al nuevo curro, lleno de oportunidades, a mi nueva habitación del piso, a nuevos compañeros, ahora que todo lo nuevo vuelve aquí... yo no estoy muy disponible.
Y es que cuando se pierden todas las luchas y tienes que ser humilde otra vez se pierden también las fuerzas en cierta manera. Y los amigos que luchaban a tu lado y abandonaron te hacen pensar qué haces tú ahí. Porque quizá esta no sea tu lucha.
De hecho ya no recuerdo cómo luchaba.
Así que aquí me tienes, escuchando el fado de evora, esperando que el futuro me encuentre, porque la verdad, hoy estoy muy pero que muy cansado de buscarlo.
Pero todo esto es divertidamente demasiado trágico. Así que lo voy a etiquetar de síndrome post-vacacional, que viene a ser una reclamación de todos tus átomos por seguir en ese estado de vacaciones que nunca deberían ser tan cortas y decirte adios hasta dentro de tanto tiempo.
-sigh-
Quién sabe.
posteado por J. en 1:53 a. m.
3 Comentarios:
A veces pienso que deberían prohibir las vacaciones, que tienen esa facultad de mostrarte lo que no puedes tener durante todo el tiempo que quisieras: descanso. Aunque también hay que ser algo críticos con nosotros mismos: es como estar a dieta todo el año y descansar una semana: te metes en una pastelería y te inflas de todo lo que has deseado tanto tiempo. Luego ni quedas saciado para todo un año ni terminas de disfrutar el banquete porque al principio te resulta dificil elegir y al final estas demasiado empachado, para por último sentirte culpable por los excesos cometidos.
Creo que el verdadero sentido de las vacaciones es poder hacer lo mismo que haces todo el año a dosis pequeñas, pero más continuado.
Tal vez el problema sea la distancia; tal vez estás muy lejos de aquello que te da tranquilidad, que te hace sentir bien, de los momentos de tranquilidad que puedes sentir con tus amigos un sábado por la tarde paseando por la playa, o yendo al cine, de comer con tu familia, de pasear con tu novia... todas esas cosas que se pueden disfrutar todos los dias a menos que estés demasiado lejos.
Un abrazo Jeremai, y ánimo, el futuro siempre te pilla y al final seguro que todos encontramos el lugar en que nos sentimos bien.
Peter.
Muchas gracias Peter. Creo que sí, que vas a tener razón. La distancia, el mar. Amigos como vosotros...
... las barbacoas... ;) (¿Estuvo bien eh?)
Bueno parece que hoy las cosas tienen realmente otra luz. Los excesos cometidos me parecen incluso más que necesarios. :)
Un abrazo, tio.
disfruta de esta encantadora ciudad vacía ¿de? de nada, está genial para vivir con más duchas que luchas
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